Ibonciecho

Ascensión de 13,56 km y 1308 metros de desnivel positivo.
Pasar el túnel de Somport y llegar a la localidad de Accous. Atravesar el pueblo en dirección a la zona de salto del parapente por la carretera y tomar siempre los desvíos de la derecha. Al acabar el asfalto continuamos un tramo por pista hasta llegar a un río que la corta donde aparcaremos.
Nos vamos a mover por el valle de la Berthe.
Vadeamos el río (torrente d´Araille) y a unos 30 metros tomamos el sendero a la izquierda que indica Col D¨Iseye. El primer tramo es de ascensión suave hasta llegar a donde el río se encajona. A continuación un tramo de fuertes pendientes por el bosque. Tras salir del mismo divisamos ya la Cabaña de Lapassa hacia donde nos dirige el sendero sin pérdida.
El sendero atraviesa el río y si queremos podemos visitar la cabaña.
El sendero se dirige hacia el fondo del valle a los pies del Ronglet por una fuerte subida al principio y suavizada después.
Vamos siguiendo los hitos y marcas de pintura. El siguiente tramo es un corredor casi horizontal que en forma de balcón flanquea el montículo que nos separa de la cabaña de Escurets. Torceremos a la derecha en dirección al collado d¨Iseye que ya podemos ver. Aprovechamos para asomarnos a la otra parte (la que viene del Portalet).
Poco antes del collado hay un sendero que en paralelo al anterior nos hace pasar de nuevo el montículo. Al otro lado una primera zona karstica y posteriormente ascensión hasta un valle colgado.
Al fondo del mismo vemos un riachuelo que cae. Antes de llegar al mismo subiremos a la derecha a la loma hasta intuir un sendero (hay piedras encima de otras grandes) que parece dirigirse directamente al Ronglet. Poco más adelante gira en dirección contraria para incorporarnos encima de la loma. Desde aquí se puede subir directos pero es una matada por el desnivel. Lo mejor es dirigirse al Col de Liard. Es un collado previo a un montículo que lo separa del collado situado al inicio de la chimenea de ascenso.
Desde el Collado, nos asomamos a Essaut. Andaremos por el mismo hasta llegar a las paredes del Ronglet.
El ascenso es por la primera chimenea. El primer tramo es un tramo vertical de unos 3 metros con buenos agarres que pasaremos con cuidado porque la caída nos haría caer mucho más abajo. Superado el mismo pasaremos al otro lado de la canal (ojo por la zona donde escupe) para subir unos dos metros y llegar a una especie de sendero (no continuar hasta la parte alta). En horizontal andaremos unos 5 metros hasta una piedra singular grande (donde se inicia la vegetación). Treparemos fácilmente por su derecha pero con cuidado por el estado de la piedra (muy descompuesta) hasta llegar a la cresta (al final el único hito).
De aquí en pocos metros hasta la cima.
Pese a lo que pueda parecer desde abajo el pico es una cresta muy afilada con vegetación y piedra en mal estado.
Realizamos el descenso con mucho cuidado (mejor de lo que parecía al subir) y volvemos por el mismo camino

Recorrido de 13,67 km y 1202 metros de desnivel.
Punto de partida Torla. Se sale del pueblo dirección Ordesa y tomamos el desvío a la derecha al camping. Tras pasar el puente aparcamos en el cruce del camino que lleva a Ordesa. Una señal indica el camino hacia la ermita de Santa Ana.
Pasamos por delante del camping y seguimos por la pista hasta torcer a la izquierda en el primer camino que encontramos. Una señal con pintura blanca y amarilla marca el sendero que debemos de seguir. Se trata de trozos de senda que van recortando la pista hasta llegar a la ermita.
Desde la ermita podemos ver al fondo nuestro destino. En vez de seguir por la pista tomamos una senda que se inicia entre la ermita y un desagüe de agua con una señal que indica los Miradores del Molar.
El siguiente tramo es otro recorte a la pista para situarnos en un mirador sobre el valle. Unos 100 metros más adelante tomaremos otro desvío de la senda, éste bastante menos empinado que los tramos anteriores hasta volver a aparecer de nuevo en la pista.
Recorreremos ahora un tramo de pista hasta llegar a los miradores que se asoman a Ordesa y deleitarnos con las vistas. Tras avanzar por la pista hasta los pies de Punta Acuta encontraremos unos hitos que marcan el inicio del sendero que acude al encuentro del que sube de Ordesa por la senda de los cazadores.
Desde aquí por la cresta hasta la punta.
Para descender aconsejamos acortar. Para ello tras bajar a la pista veremos al fondo una balsa. No hay camino marcado así que tiramos de orientación. Bajaremos de la pista hasta un roquedo habitado por decenas de marmotas. Nos introduciremos en el bosque hasta un barranco de hierba por donde bajaremos hasta encontrar una senda que lo cruza. seguiremos por ella hasta llegar a un gran prado que atravesaremos de nuevo para volver a introducirnos en su parte más baja de nuevo en el bosque. Tras unos 200 metros llegaremos a la balsa situada en una curva de la pista.
Andaremos por la pista hasta el mirador de la subida y por ahí por el mismo camino hasta el coche.

Hacía tiempo que teníamos en mente la ascensión a la Peña Ezcaurri por el sur, fuera de la ruta habitual, por un corredor de unos 400 metros casi vertical.
Recorrido de 12,5 km y 1050 metros de desnivel (unas 5 horas).
Recorremos la carretera de Ansó a Lizara hasta llegar a la Borda del Abau. Una pista en mal estado asciende por la izquierda y aparcamos junto a la señal de prohibido.
Andamos por la pista en constante ascenso unos 2,5 km hasta llegar a una maltrecha señal de madera que indica Ezcaurri. La senda asciende de manera muy empinada (casi podían colocar un pasamanos) entre vegetación. Cuando la vegetación acaba nos topamos con un praderío con millones de moscas y pinchos. Es difícil seguir el sendero si bien de vez en cuando encontramos tramos con hitos.
Nos orientamos en dirección a una cabaña/refugio por la que pasamos y dejamos atrás.
Desde ahí nos dirigimos a un pequeño valle que desciende del collado a donde llegamos sin más problemas. El collado nos asoma al Ibón de Ezcaurri que está totalmente seco. Empleamos media hora en darle la vuelta entera recorriendo las lomas de las puntas que nos rodean y que se asoman al sendero navarro, la Peña del Ibón y el valle del río Veral.
Satisfecha nuestra curiosidad nos dirigimos al inicio del corredor. Desde el collado tomamos un sendero que va por la parte alta hasta divisar unos hitos y la primera marca roja y blanca. El corredor se intuye delicado con agua y niebla y muy complicado en condiciones invernales. Es bastante vertical y obliga a pasar tres zonas de trepadas si bien con agarres (ojo donde agarrarse dado que es una roca muy descompuesta). Y sobre todo ojo a las piedras que pueden caer (un casco no está de menos).
El corredor termina en la propia loma de la cima . Desde aquí torcemos a la derecha siguiendo hitos y marcas hasta llegar a la cima, muy significativa por la gran cantidad de hitos que tiene. Continuando un poco más nos asomamos a Lizara, Los Alanos y los picos más altos de la zona.
La vuelta por el mismo camino si bien se puede descender por el trayecto normal hasta el puerto de Navarra donde con buena logística se puede dejar otro coche para evitar recorrer la carretera hasta Lizara y posteriormente hasta el punto de inicio.