Este fin de semana jornada doble de senderismo.
Quedamos en Castillonroy desde donde hemos partido a las dos excursiones.
El sábado a las 8:30 nos reuníamos los que habíamos pasado la noche en Castillonroy con los que se desplazaban directamente desde Zaragoza. Tras un desayuno rápido y reparto de habitaciones salimos hacia nuestro punto de partida; la localidad de Baldellou a la que se accede tras recorrer tan solo 13 km.
En la localidad una señal a la entrada del pueblo (junto a una gran nave) marca el inicio del sendero. Recorremos inicialmente un tramo común a la ida y a la vuelta hasta casi la entrada del barranco.
Dado que Juan ha estrenado un nuevo juguete GPS decidimos probarlo por las inmediaciones de la ermita de Vistabella. Tras verificar que funciona volvemos a nuestro camino que no es otro que un tramo de la GR23. Se trata de una pista en constante subida que nos lleva hasta el punto más alto de nuestro trayecto: la ermita de los Martires. Es una edificación recientemente restaurada desde donde se puede observar todo el trayecto que vamos a recorrer y la entrada del congosto de Mont Rebeig que visitaremos mañana así como un gran número de cumbres pirenaicas.
Tras dar buena cuenta del almuerzo volvemos sobre nuestros pasos un trecho para tomar una senda a la derecha por la que bajaremos hasta la localidad de Camporrels. Tras una breve visita por las calles de la localidad encontramos un punto de avituallamiento donde degustamos la mejor bebida isotónica, es decir, la jarra de cerveza.
Hemos llegado al punto más lejano del recorrido. Volvemos a salir por donde hemos llegado dado que habíamos pasado por el cruce que marca la vuelta a Baldellou. recorremos unos kilómetros por senda que atraviesa un bonito bosque y atravesamos el río a su lado izquierdo para llegar a la carretera a la altura del panel que marca el inicio del congosto. Visitamos una pequeña edificación colgada en la piedra (a sus pies es un buen lugar para comer) y posteriormente pasamos por un tunel por donde discurre el río que pronto se convierte en una pequeña cascada antes de llegar al lago que produce la presa. Esta es un manto de vegetación con un anticuado mecanismo.
Tras un breve recorrido por la parte final, sin duda el mejor paisaje, y con estructuras que ayudan a salvar los diferentes saltos del agua llegamos al final del barranco donde decidimos comer.
Acompañados por diferentes construcciones que canalizan el agua llegamos al desvío de la ida y por el mismo camino volvemos a Camporrels.
En total 20,21 km y desnivel positivo de 544 metros. Unas 5:50 horas.
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