PEÑA ROYA (2.578), PEÑA BLANCA (2.555) y SABOCOS (2.757)

Tras haber ascendido los picos significativos de esta sierra (Tendeñera y Sabocos) , hacía tiempo que llevábamos la intención de completar los dos picos más occidentales (Peña Blanca y Peña Roya). Para hacer más montañera esta ascensión los completamos con una nueva ascensión a Sabocos, esta vez por la cresta que la une con Peña Roya, para bajar por el trayecto habitual, recorriendo así los 13 km que nos marcó el GPS.
La ideal inicial era salvar el primer desnivel que discurre por una pista que enlaza diferentes puntos de la estación de esquí de Panticosa con el telecabina, pero el mismo empieza a trabajar a partir de las 10:00 horas. Elegimos por tanto el plan B; ascender con el coche por la pista que sale de Hoz de Jaca (al final del pueblo) y tras múltiples lazadas aparcar en la zona de Petrosos (donde acaba el telecabina y se encuentra la zona de restauración).
Iniciamos aquí el recorrido por un tramo inicial coincidente con la pista de esquí. Dejamos el desvío a la izquierda que baja hasta el ibón de Sabocos y continuamos hasta llegar al Ibón de Asnos. De frente, podemos ver todo el recorrido del día.
Se continúa un tramo más de pista por el lado izquierdo del ibón hasta dejar el mismo a nuestra espalda; unos metros más adelante veremos unos mojones que marcan a la derecha el inicio de la ascensión.
Salvamos un primer tramo empinado jalonado de hitos hasta salir a una zona donde se mezcla piedra y hierba. Estando un poco atentos es complicado perder la huella por la cantidad de marcas y tramos de sendero que se intuyen. Lo importante aquí es saber que nuestro primer destino es Peña Roya por lo que debemos de orientarnos hacia el oeste y evitar así el desvío hacia el este que nos llevaría directamente a Sabocos.
En breve encontramos unas marcas rojas y blancas, del antigüo trayecto de la GR11. Avanzamos en constante ascenso en dirección a Peña Roya y una canal de piedra que de lejos parece imposible que se pueda salvar.
A estas alturas del año la pedrera aún conserva restos de neveros. La misma es un poco lastimosa de subir con grandes trozos de piedra y un tramo de senda con mucha piedra suelta. Al principio el desnivel es llevadero pero el tramo final es empinado (ojo al bajar si se vuelve por el mismo sito). El mismo desemboca en un Portillo sobre la misma cresta. Desde este punto y por la loma llegamos enseguida al primer punto (Peña Roya) característico por tener una antena en la cumbre.
Desde aquí se aprecia el sendero al que bajaremos para alcanzar en unos 10 minutos la segunda de las cumbres (Peña Blanca). Si queremos podemos continuar algo más por la cresta para apurar la parte más occidental de la sierra de Tendeñera.
Retornamos de nuevo por el mismo sitio hasta el Portillón. Desde aquí iniciamos la cresta en dirección a Sabocos. El primer tramo en general no presenta dificultades y se asemeja más a una zona lomera. Apenas has hitos y los pasos complicados se pueden salvar por el lado sur buscando zonas de paso sin peligro. Sólo en algunos puntos pasaremos por zonas con importantes caídas y un par de puntos que nos obligan a realizar algunas trepadas. Al llegar a la parte central y tras pasar al lado de un par de simas (ojo en invierno) veremos de frente el recorrido de bajada que parece imposible realizar sin material técnico. Recuperamos algo de fuerzas dado que el siguiente tramo es el más técnico. Es un trozo de cresta más enfilado, con mucho patio a ambos lados y puntos de destrepe, de paso de caballo y tramos también de escalada si bien que por agarres no necesitan de ser superados con material.
Llegamos hasta la cresta del recorrido de ascensión habitual y en breve por la cresta final hasta la cumbre. En un día claro las vistas son impresionantes destacando las del Vignemale y las de Tendeñera.
Comemos en la cumbre e iniciamos el descenso. El primer tramo hasta el desvío de la cresta por donde hemos venido. Desde aquí descendemos con cuidado hasta un collado que marca el inicio del descenso con un gran hito de piedras. Ojo a partir de este punto. El primer tramo es de piedra caliza muy suelta y descompuesta donde es mejor no resbalar. Tras descender unos 50-70 metros nos desviaremos hacia la derecha en busca del siguiente tramo (aquí la tierra es ya marrón). En este punto el agarre es mayor pero el peligro es que soltemos piedras; dado el desnivel cogen gran velocidad y podemos poner en peligro a quienes estén por debajo. Superado este punto entramos en una pedrera donde el desnivel ya desciende y bajamos con menos adrenalina.
Al final de la misma encontramos hitos que nos desvían a la derecha para sacarnos del impresionante circo por el que venimos deambulando. Una senda nos hace perder rápidamente desnivel hasta un «ibón» o zona de deshielo con una loma enfrente de nosotros. A unos 20 metros nos encontramos de nuevo con la GR11. Aquí es importante saber que hay que obviar el tramo que viene del este (es el más marcado) dado que nos iríamos hacia la Ripera. Tomaremos el tramo que gira hacia el oeste avanzando en paralelo al ibón de Sabocos. Es un tramo menos marcado pero sabiendo esto no tiene pérdida. Un poco más adelante confluiremos con el tramo por el que hemos subido. Torciendo a la derecha bajaremos de nuevo a la pista y en sentido contrario volveremos al coche en un recorrido de unas 7:15 horas (desnivel acumulado 1046 metros)

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