Bonito recorrido de 20,13 km y 797 metros de desnivel positivo (unas 6:30 horas).
Tras quedar a desayunar en el Bar Avenida de Sabiñánigo nos trasladamos hasta Allué (carretera de fiscal a la derecha antes del desvío a Yebra de Basa). Aparcamos junto a la iglesia.
Tomamos la calle que remonta el pueblo y pronto encontramos unas marcas verdes y blancas que indican el camino hacia la localidad abandonada de Sandias. El camino se pierde en un campo y tomamos dirección al depósito. La senda la retomamos a la izquierda del depósito y bajamos por la toma de agua hacia un barranco con esculturas de piedra.
Seguimos ahora sí por una senda muy clara y muy bien señalizada. Desecharemos en la idea el camino a la derecha que lleva a la Collata tras pasar por una muralla de piedra natural. Pronto empezamos a ver las señales que marcan al camino a Abenilla. Iremos dejando a la izquierda el camino que viene de Yebra de Basa y el río.
Pasaremos por una cascada de agua y llegaremos a una zona abierta con una edificación a la izquierda y las marcas a nuestra derecha. Seguiremos de frente y continuaremos por el camino que asciende hasta un collado. En el camino un cruce; a la izquierda iríamos a Sandias y a la derecha a Hostal de Ipiés.
Continuamos de frente por un camino que desciende rápidamente entre lazadas hasta llegar a una curva con unos hitos. Bajaremos por el bosque desde este punto y acortaremos un trozo de camino. De nuevo en el camino (con una señal que indica Allué) torceremos a la izquierda y pasaremos por una construcción en una rendija que forma una gran piedra.
de frente llegaremos a Abenilla . En los mapas se indica un desvío que nosotros cogimos pero que desaconsejamos dado que se va perdiendo el sendero y está sucio de zarzas.
Abenilla es un pueblo abandonado y con las casas derruidas. Apenas es transitable dado que está lleno de vegetación y zarza. No obstante su emplazamiento tiene su encanto y la foto del conjunto también.
Volvemos por el mismo camino hasta la señal que indica La Collata. Es un desvío que merece la pena. Nos hace transitar por un bosque precioso primero ascendiendo lentamente hasta un primer collado y posteriormente de manera más brusca hasta la Collata donde nos encontramos con desvíos a Sabiñánigo y Osán. Desde aquí nos queda 1,5 km de fuerte descenso hasta Allué a dónde llegaremos por el prado donde iniciamos la marcha.