Estupenda jornada la vivida por valientes Ibonciechos y nuevos invitados que descubrieron el buen rollito del club. No hay mejor forma de iniciar una actividad que compartiendo mesa y mantel recordando aventuras pasadas. Con algo de pereza por la panza llena y con tiempo húmedo y fresco movemos el trasero hasta la Fuente de Los Frailes, donde algún que otro loco decide mostrarnos su tableta de chocolate, y preparamos nustras mochilas para iniciar nuestra aventura pendientes del cielo, pues la incertidumbre del parte metereologico genera cierta inquietud en el grupo. Decidimos tirar para arriba y haber que pasa. Al llkegar al circo San Miguel descubrimos qu la noche iva ha ser fria pero despejada. Tumbados en nuestros sacos y con la mirada al cielo infinito, lanzamos nuestros sueños y deseos detras de las estrellas fugaces. Al amanecer, y con el objetivo de dar buena cuenta a un suculento almuerzo se inicio el descenso. Hay que destacar, como siempre, el buen ánimo y ambiente del grupo en todo momento.