El fin de semana se presagiaba de lluvia así que decidimos buscarnos la vida por el lado francés; ventaja de vivir en la frontera.
Nuestra intención es ascender al Pic de Bacque pero un pequeño error en la logística hace que no sepamos cómo llegar.
Cuando queremos darnos cuenta estamos en el aparcamiento de Masousa y se nos ha echado el tiempo encima. Hasta aquí hemos llegado desde Somport y pasando por Lescun siguiendo sin problemas los paneles.
Continuamos desde el aparcamiento ahora por camino hasta llegar al Pont de Lamary, inicio del itinerario hacia el Petrechema y las agujas de Ansabère, poquito después de pasar un paso australiano.
Nuestra intención es encontrar un itinerario que se desvíe del que lleva al Col de Laraille que permita llegar al ibon de Ansabère sin tener que pasar al lado francés.
Encontrar el inicio del sendero es complicado. Como nosotros ya hemos pagado la novatada las veces anteriores nos resulta sencillo. En cualquier caso se trata de llegar hasta el final de la pista dejando a nuestra derecha el río y el camino a la Cabanne de Ansabère y ascender por unas carpas de hierba dejando a nuestra derecha siempre el riachuelo que cae y que seguiremos bastante rato. Hay que continuar sin dudas y llegaremos a otra zona abierta con un gran tronco caído. Aquí veremos unos hitos que señalan el inicio de la senda que se mete en el bosque. El bosque es espectacular y sólo por verlo merece la pena venir hasta aquí. Atravesarlo no tiene pérdida y está muy bien señalizado.
El final del bosque es una enorme pradera con enormes piedras. El Pico Bacque está a nuestra izquierda pero subirlo desde aquí es meterse en un corredor de piedra y la verdad es que no apetece.
Seguimos las marcas de la GR10 francesa. Casi al final tenemos una doble opción. Seguir las marcas hasta el final del circo para luego torcer o aprovechar que el prado se abre a la derecha y ascender por un riachuelo que cae. Al principio no hay hitos pero al superar el primer resalte aparecen de repente para ascender por pequeñas praderas que se suceden. Empezamos a ver ya a la izquierda las marcas del Parque Nacional francés que nos van a acompañar ahora en adelante.
tras superar estas praderas el camino se estabiliza un poco para dejar a nuestra derecha un pequeño picacho que da lugar a un gran valle que baja hacia las Cabañas de Ansabère.
El sendero tuerce a la izquierda y se introduce en una pedrera que da lugar a un primer collado.
Hasta ahora hemos avanzado con sol pero conforme nos acercamos a España nos vamos acercando a un densa niebla. Aún así seguimos tras superar el collado y nos introducimos en una nueva pedrera aún más caótica que hace una curva marcada antes de volver a empinarse. Seguimos vigilando la niebla y vemos que es densa y que hace amagos de saltar así que a unos 100 metros del collado decidimos dar la vuelta.
Al llegar de nuevo a la curva intuimos una subida por un barranco que deja las montañas que circunvalan el Ibón de Acherito a nuestra izquierda. Nos embarcamos a subir por el mismo y en breve descubrimos unos hitos que nos llevan hasta un collado. De frente se abre una inmensa zona kárstica. Intuimos la subida a la brecha que lleva al ibón de Acherito y hacia el norte terreno transitable por el que pensamos se podrá llegar al ibón de Ansabère. Con el objetivo a priori cumplido (veremos con tiempo más favorable) volvemos por el mismo camino de subida.
En total 8,12 km y 1236 metros de desnivel (4:52 horas).