Día soleado, fresco al principio de la mañana, ideal para disfrutar del entorno de los Mallos de Riglos.
Por la ruta bien señalizada, que sale próxima al bar «El Puro», realizamos el recorrido circular en el sentido contrario a las agujas del reloj. Durante el recorrido, de unos 5 km y un desnivel de algo menos de 400 m, seguimos las marcas azules que nos condujeron a la parte más alta desde donde la vista es espectacular sobre los Mallos, el río Gállego y la Hoya de Huesca tanto desde el Collado del Mallo Colorao como desde el Mirador de Espinable, aunque durante la bajada no dejábamos de sorprendernos con la cantidad de alpinistas que estaban abordando los diferentes Mallos por sus diferentes caras y con las innumerables buitreras existentes.
Tras este tranquilo recorrido, donde Mariano Rivero nos regaló su saber sobre plantas y sus utilidades, nos obsequiamos con las exquisiteces que cada uno aportó y posteriormente algunos aprovecharon la tarde para visitar el Castillo de Loarre.
En resumen, una gran jornada de campo, monte, naturaleza, historia y amigos.
Os esperamos en la próxima.
